miércoles, 28 de diciembre de 2011

Acoso...

Me aterra la locura. La propia, intento controlarla. Lo malo es la de otros que tiende a desbocarse y puede pillarte por medio...

Hay momentos y circunstancias de la vida que ante hechos extraños e insólitos, piensas que esa gran puerta se abre y una potente voz dice a los que están dentro:

- ¡ Fuera !

Me aterra la locura. La propia, intento controlarla. Acoso, terrible palabra. El saber que esa sombra acosadora, malévola y cruel se agarra a tus espaldas, te produce terror. Deseas que el acoso de todo tipo que llevas sufriendo durante muchos años, cese.

Lo malo de las obsesiones de otros hacia tu persona, es que tú no puedes hacer nada para que las mismas dejen de estar. Sufre el que las padece y al que se les hace padecer.

Me aterra la locura. La propia, intento controlarla. Estamos a punto de terminar el Año Viejo y mi ánimo no está alegre. Siento ante todo lo que me rodea, una sensación de desamparo, de pérdida, de inseguridad, de incertidumbre, de impotencia, de desencanto, de preguntas sin respuestas...
Me aterra la locura. La propia, intento controlarla. Quisiera que el Nuevo Año me trajera la libertad que me ha arrebatado esa locura que merodea alrededor. Volver a vivir sin miedo, sin persecuciones, sin extorsiones de todo tipo, sin desasosiegos... No solo lo quiero para mí. Lo añoro y deseo con todas mis fuerzas, para los seres que quiero.

Me aterra la locura. La propia, intento controlarla...

Ansío que ese acoso que he denunciado en repetidas ocasiones y del que se ha hecho caso omiso, desaparezca para siempre.

Me aterra la locura de otros...